No hay necesidad de esperar a tener tiempo personal para las prácticas espirituales. Puedes realizar yogas internos, resolver karma y constuir tu carácter en cualquier momento.
Por Satgurú Bodhinatha Veylanswami
Hace unos años vi un programa en la televisión pública que destacaba las diferencias entre las religiones del mundo a través de entrevistas con los líderes de varias de ellas. Resultó claro que, para varias religiones, un día a la semana es un día santo y la obligación principal en esa jornada es el asistir al lugar de culto. Podemos llamarlo el enfoque de “un día a la semana, una actividad”. Un líder Nativo Americano que fue entrevistado sobre su fe dijo que su tribu no tiene una palabra para la religión, es simplemente la forma en la que viven, lo que significa que la forma en que realizan sus tareas durante el día es influenciada por los principios y prácticas religiosas. Esta inmersión completa en la fe define el otro extremo del espectro. Lo podemos llamar el enfoque de “siete días a la semana, todas las actividades”.
He encontrado que un individuo puede practicar el hinduismo siguiendo cualquiera de los enfoques o trazar un camino entre ellos. Esta editorial ofrecerá sugerencias para practicar el Sanatana Dharma con el enfoque inmersivo, de los siete días, destacando algunas de las varias posibilidades para integrar el hinduismo en nuestras tareas diarias.
Como sabemos, mientras más practicamos, más progreso espiritual hacemos en el camino hacia la consciencia superior y, finalmente, a la realización y liberación. Claramente, uno de los beneficios del enfoque inmersivo es que podemos incorporar más prácticas en nuestra semana de las que de otras manera sería posible. Una compacion con el caminar ilustrará esta idea. Una recomendación común para mantener la salud es el caminar 10,000 pasos al día. Si esto se hace como una actividad separada antes y después del trabajo o escuela, podemos encontrarnos con que no tenemos tiempo para ello. Para superar este reto, los profesionales de la salud recomiendan incorporar el caminar dentro de la jornada de trabajo o en la escuela. Por ejemplo, tomar las esclaeras en lugar del elevador, estacionarte a media milla de tu destino y cubrir esa distancia caminando. ¿Cuáles prácticas espirituales pueden incorporarse en nuestro jornada laboral o en la escuela? Veamos primero como el karma yoga, bhakti yoga y raja yoga se pueden incorporar a las tareas diarias.
Karma Yoga
Seva, el servicio desinteresado, o karma yoga es universalmente alentado en el hinduismo. Mi satgurú, Sivaya Subramuniyaswami, comenta sobre su naturaleza purificadora: “Te purificas a ti mismo al ser amable con otros, siendo generoso hasta que duela, siendo benevolente, estando listo para servir en todo momento hasta que estés cansado. Pon una sonrisa en los rostros de otras personas. Gana tu felicidad y tus estados mentales positivos haciendo feliz a otra gente”. Es tradicional el realizar esta actividad en un templo o ashram. Las tareas comúnes de seva son el ayudar a cocinar y servir comida, el limpiar las instalaciones e hilando guirnaldas. En la vida moderna puede resultar difícil el encontrar el tiempo de cumplir con seva de esta manera y, por lo tanto, en varios casos se lleva a cabo un seva mínimo. El enfoque integrativo de seva, es similar a nuestro ejemplo de caminar. En lugar de verlo como una actividad separada, incorporalo a tu vida diaria en tu lugar de trabajo o salón de clases. Para los tiempos modernos, defino seva como el hacer algo servicial por otra persona, algo que no se espera que hagas. Es acción voluntaria, algo que no es requerido de ti como empleador, empleado o estudiante. Por ejemplo, dar la bienvenida a los recién llegados en el trabajo o escuela, ayúdalos a orientarse en su nuevo medio. O, cuando el instructur verdaderamente requiere ayuda extra en ciertos proyectos, cerciórate de ofrecer tu ayuda.
Bhakti Yoga
Se le llama bhakti yoga a la práctica devocional. Gurudeva daba está descripción perspicaz: “A través del bhakti yoga, el yoga de la devoción, la mente combativa se borra, se absorbe en la conciencia del Uno Mismo, el Ser que permea a todos los seres”. El bhakti yoga se realiza tradicionalmente en el templo o ashram, o en la capilla del hoga, a través de asistir a la puja, el canto devocional, kirtan, etc. Sin embargo, el bhakti yoga también se puede integrar al trabajo o salón de clases y, así, poder practicarlo más. En el trabajo podemos tener la imagen de una Deidad en el escritorio. Si eso no está permitido, entonces utiliza un símbolo abstracto que te recuerde de la Deidad. Mentalmente ofrece oraciones durante el día a la imagen o símbolo. En la escuela, cuando empieces un examen importante, ora mentalmente al Dios Ganesha para que te ayude a hacer tu mejor esfuerzo. Y ofrece un canto simple antes de cada comida.
Raja Yoga
La concentración y la meditación son fases del raja yoga que pueden incorporarse a la vida diaria. Gurudeva comparte esta percepción: “La concentración es un arte que una vez que se logra nos lleva naturalmente a la meditación, contemplación y samadhi”. La concentración y meditación normalmente se llevan a cabo en grupo en un centro de meditación, o individualmente en el templo o en la casa. Pero, también pueden integrarse a las actividades diarias. El concepto tradicional hindú de atención plena (mindfulness) expande la práctica de concentración para incluir la contención de las divagaciones de la mente en todas las actividades. La atención plena es dirigir nuestra completa atención a lo que sucede en el momento presente sin pensar o distraerse en otra cosa. Por ejemplo, mientras se está en el trabajo, nos mantenemos enfocados totalmente en cada tarea, sin divagar en memorias pasadas o planes futuros. Al escuchar una clase en la escuela, ponemos atención cuidadosa para absorber el mensaje del orador. Esta atención plena mejora la calidad de nuestro trabajo o estudio y, mientras más atención plena tenemos durante el día, más fácil es el calmar la mente durante la meditación.
Afrontar el karma sin reaccionar
Veamos dos prácticas generales para progresar espiritualmente a través de nuestras actividades en el trabajo y la escuela. La primera es el resolver los karmas negativos trabajando las diversas situaciones que surgen de manera natural. Una de las ventajas espirituales de interactuar con mucha gente en el trabajo o escuela es que da oportunidad de que nuestros karmas negativos regresen a nosotros. Por ejemplo, cuando somos maltratados por otros, podemos abstenernos de vengarnos y ni siquiera tener resentimientos. Si podemos lograr esto, nos hemos liberado de ese karma, se resuelve. ¿Cómo podemos lograr estas respuestas de alta moral? La primera clave es el mirar la experiencia como algo que estábamos destinados a vivir, y esta persona fue simplemente el instrumento para que la experiencia nos llegara. Si él o ella no te hubiera maltratado de esta manera, alguien más lo hubiera hecho en el futuro.
La segunda práctica general es el trabajar diariamente y mantenerse centrado en medio de situaciones cargadas emocionalmente. Como diría mi gurú, es fácil estar tranquilo en un ambiente tranquilo. Para realmente progresar, tenemos que aprender a encontrar paz en situaciones que no son para nada tranquilas. Esta práctica fortalece nuestro auto control emocional y mejora la vida alrededor de nosotros.
Mejorar Nuestro Carácter
Nuestra práctica integrada final es el trabajar constantemente para mejorar nuestro carácter, el cimiento sobre el cuál descansa todo el crecimiento espiritual.
El carácter se define como la suma total de cualidades mentales y morales distintivas de un individuo. Gurudeva explica su importancia: “Este es el cimiento; sin este cimiento no hay crecimiento espiritual, fruto. El tratar de lograr las realizaciones más altas antes de poner este cimiento sería como tomar un árbol de lima al cual se le han cortado sus raíces y ponerlo en una maceta esperando que de futa. Por supuesto, que no dará fruto”. En el camino espiritual, la primera fase del esfuerzo es el construir, mejorar y transformar nuestra carácter. Para facilitar este esfuerzo, hemos publicado “Un manual de construcción de carácter” (bit.ly/characterbuild1). Recomienda 64 culidades de carácter que todos podemos esforzarnos para mejorar. Las primeras diez, por ejemplo, son el ser abstemio, la aceptación, el afecto, el aprecio, el ser atento, el estar disponible, calmado, cauto, el ser casto y limpio. Nuestras actividades en el trabajo o escuela nos dan excelentes oportunidades para fortalecer dichas cualidades, particularmente aquellas en las que somos débiles.
Práctica sugerida
Cada semana cuando planees las actividades que tienes que realizar en tu trabajo o escuela, también haz una lista de las prácticas integradas hindúes en las que te enfocarás en los siguientes siete días. Este hábito te recordará el sacar ventaja de cada minuto del día para acelerar tu progreso en el camino espiritual.